Tus talentos no son sólo tuyos: ponlos al servicio de algo más grande
A veces uno cree que sus talentos son solo para ganarse la vida, pero hay momentos donde entiendes que lo que sabes puede ser justo lo que otra persona necesita. Y ahí todo cambia.

Hace tres semanas arranqué un curso de mentoring.
La verdad, no fue algo que tenía súper planeado. Sentía simplemente que tenía que empezar a compartir lo que sé, lo que he vivido, lo que he aprendido por el camino.
Y como parte de ese impulso, también abrí un espacio personal para escribir y ponerle orden a todas esas ideas que me rondan desde hace tiempo. Así que compre jaycelnova.com y abri mi blog.
Hasta ahí todo bien. Pero lo interesante vino después.
En la tercera clase, mi mentor dijo algo que me hizo quedarme frío un momento. Nos dijo a todos, sin saber nada de lo que yo había hecho:
“Es importante que encuentren una forma de dejar accesible lo que saben. Escribir, grabarse, enseñar… como sea. Pero sáquenlo de su cabeza. Eso sirve a otros y también a ustedes.”
Yo solo lo miré y asentí por dentro. Porque sin que nadie me lo dijera, ya lo había empezado a hacer. Fue como una confirmación silenciosa de que había tomado una buena decisión.
Y ahí me cayó otra ficha:
Cada talento que uno se guarda, cada historia que no se cuenta, es una herramienta menos para lo que uno —y otros— están llamados a construir.
El conocimiento que uno tiene no es solo una acumulación de logros o experiencias. Es materia prima para otros procesos, muchas veces invisibles. Y si no lo compartimos, queda como luz encerrada.
Hoy entiendo que mis talentos no son sólo míos.
Y que ponerlos al servicio de algo más grande no es vanidad ni pérdida de tiempo.
Es parte del camino.
